¿Sabías que ... ? Robin Hood en Valdetorres
ROBIN HOOD EN VALDETORRES
Corría el año de 1630 cuando el pastelero Juan de
Cabo, con negocio abierto en la villa y corte de Madrid se presentó ante la
justicia real para denunciar que Juan Ramos, regidor de Valdetorres le había
robado sesenta fanegas de trigo.
La cosa debió ser importante puesto que el documento
da comienzo con las palabras “Don Phelipe por la gracia de Dios Rey de
Castilla, de León…”, señal de que el pastelero había acudido a altas instancias
a poner su queja.
¿Pero qué hay detrás de esta acusación que pone encima
de la mesa el pastelero?
El
documento donde se recogen estos acontecimientos (AHMVJ Caja 73 – exp 27) lo deja muy claro, pero vamos por
partes.
Lo primero que podemos preguntarnos es que hacían en
Valdetorres las sesenta fanegas de trigo del pastelero madrileño, y es que
según se nos cuenta, las había traído a moler al pueblo y concretamente al que
se conocía como molino viejo, propiedad de la villa y que en época de este
pleito tenía arrendado Francisco Llorente.
Este asunto de los molinos, bien merece que volvamos a
tratarlo en alguna otra ocasión ya que debieron ser una parte importante de la
economía de Valdetorres. En diversos documentos se cita que el pueblo cuenta
con tres molinos: el molino viejo, el molino nuevo y el molino de Orejón además
de un batán. El hecho de que vinieran a utilizarlos incluso desde Madrid es una
muestra de la importancia que debieron alcanzar estos molinos a la orilla del
Jarama.
Volviendo al asunto del pastelero, éste expone ante
las autoridades como había llevado sesenta fanegas de trigo al dicho molino
viejo, a las que el molinero Gonzalo López ya se había encargado de convertir
en harina. Sigue diciendo como se vio obligado a dejar la harina depositada en
el molino ya que no disponía de caballerías ni carro para transportarla.
Allí se guardó la harina, quedando el
pastelero en que volvería a por ella cuando dispusiera de los medios para su
transporte.
Lo que no sospechaba el pastelero es que parte de esa
harina no la iba a encontrar en el molino cuando mandase a buscarla. La
justicia real envía una orden a Valdetorres para que se hagan las
averiguaciones necesarias sobre lo que había sucedido con la harina y es en
estos interrogatorios realizados a varios vecinos del pueblo donde se descubre
todo el pastel y nunca mejor dicho.
Se interroga en primer lugar a Gonzalo López, molinero
asalariado de Francisco Llorente, arrendatario del molino:
dixo que a lo primero del presente mes de noviembre
y año dicho, fue al molino biexo que es deste concexo Juan Ramos vezino y
rexidor desta villa con algunas personas vecinos della,y saco del dicho molino
como treinta y tres fanegas del arina poco mas o menos, y que no saue en quien
lo deposito y que lo tenía para arina un pastelero de Madrid que dice llamarse
Juan del Cauo y todo esto lo saue por ser criado del dicho Francisco Llorente y
asistir al veneficio del dicho molino
Desde el primer
momento el asunto está claro: fue el propio regidor de Valdetorres, Juan Ramos
el que se llevo treinta tres fanegas de
la harina del pastelero, ayudado por otros vecinos del pueblo.
El siguiente
interrogado, Pedro Esteban, da todavía mas detalle sobre cómo se llevo a cabo
la operación:
dixo que lo que saue de lo susodicho es que el
quatro de octubre pasado deste presente año, fue este testigo en compañía de
Juan Ramos regidor desta villa y Miguel Moreno alguacil della, al molino viexo
deste concexo a donde el arrendador es Francisco Llorente, sacaron del dicho
molino y en costales del arina que
tendrían como treinta y tres fanegas poco mas o menos y del dicho molino se
llevaron y depositaron los costales del arina en poder de Pedro de Fuente el
Saz ,vezino desta villa, a donde el
susodicho los rescibió en guarda y custodia ,por no estar en esta villa
el escribano, no se izo el dicho depósito por escripto =y oyó este testigo como
dixo Gonzalo López molinero de Francisco Llorente en el molino viexo que si se
descuidaban que la noche siguiente se lleuavan la arina que estaua allí
Aquí tenemos los nombres de algunos de los vecinos que
participaron en el transporte y guarda de la harina, por lo que queda claro que
no fue una acción unilateral del regidor Juan Ramos. Incluso es curioso que el
propio molinero, Gonzalo López les informa de que han llegado por los pelos ya
que al día siguiente el pastelero iba a ir a por la harina, por lo que podemos
pensar que el molinero no opuso ni mucho menos resistencia a que se llevaran el
material.
Y una vez claros los hechos, la pregunta que nos falta
por resolver es, por qué se llevaron los responsables del concejo la harina del
pastelero. La respuesta nos la da clara y cristalina, Pedro Marina, alcalde
ordinario que parece ser la persona que
dio la orden de apropiarse de la harina:
dijo que ordeno a Juan Ramos vecino desta villa y a
Miguel Moreno alguacil della y a Pedro Esteuan vecino della, fuesen al molino
biexo deste concexo, que los costales de arina que estauan en el dicho molino
los truxesen a esta villa para el auasto della, por que estaua enterado de que
el trigo estaba y de que esta villa tiene mucha necesidad y así los susodichos
truxeron la dicha arina y la depositó el dicho Pedro Marina como tal juez Pedro
de Fuente el Saz vecino desta villa (cinquenta) costales y en ellos como
treinta y tres fanegas poco mas o menos, y assi el dicho alcalde lo tiene depositado
en el susodicho para el auasto desta villa, por no tener otro remedio ni
socorro para su auasto ni para el de los pasaxeros, por que este año tan
fortuito de poca cosecha está esta villa con extrema necesidad y en particular
los pobres pasan mucho trauaxo y esto de piedad se deue remediar, y si este
remedio no sale de la maquila del dicho molino y de lo demás del concexo, será
perezer esta dicha villa y pobres della además que el rio Xarama a echo
rompimiento en los molinos y con las rentas dellos se an reparado
Con esto ya
queda claro todo el asunto, nos encontramos en un año de malas cosechas al que
se suma, según se dice, una importante crecida del río Jarama. Los vecinos
habían contribuido con sus rentas a la reparación de los daños de los molinos,
por lo que de alguna forma, se ven con derechos a beneficiarse de su producción,
mas aún si tenemos en cuenta la situación de necesidad que nos presentan. En
todo caso, para que el alcalde tomase la decisión de incautar la harina, debía
ser bastante grave.
En vista de
esta situación el juez resuelve que los vecinos de Valdetorres pueden quedarse
con la harina pero tendrán que pagar al pastelero Juan Cabo, que es la parte
perjudicada en esta historia, el valor del trigo que había comprado para
elaborar la harina sustraída.
No deja de ser
un perjuicio para el concejo de Valdetorres hacer frente a este pago, pero al
menos se habían asegurado las existencias de harina durante un tiempo.
Por
Elena Rodríguez Julián
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